Un respiro

Es invierno y como dicta la naturaleza para esta estación tendremos lluvia gran parte del tiempo, aunque pocas a la fecha el frío nos hace recordar que hace tiempo dejamos el Otoño y bastante nos falta para una primavera prometedora.
Cuando llueve siempre recuerdo el pasaje del Génesis con la historia de Noé y su barco llevando su carga flote , soportando la significativa cuenta de 40 días y noches de tormentosas lluvias hasta que la última planicie habitable por el hombre fue tapada por las aguas. Y cuando dejó de llover, otro tempo de espera para que las aguas se retiraran y dejaran a la vista un nuevo mundo.
Con la incógnita de no saber si este hecho se repetiría nuevamente Noé le preguntó a Dios si alguna vez azotaría el mundo con tal desastre, a lo que Dios selló un compromiso con el hombre de nunca asolar la tierra con las aguas y como recordatorio de ese pacto es que hizo aparecer en la inmensidad del cielo un gran arco iris para que las futuras generaciones supieran de ese pacto y no olvidaran lo ahí ocurrido.
Todos tenemos nuestras lluvias y tormentas, pero siempre al final la calma. Siempre miro al cielo para ver si tengo un arco iris.